No era un blog cualquiera. Era yo misma. Era una bitácora personal. Era y es… Pero ya no puede ser hijo único. O al menos, no puede vivir solo. Necesita «compañía». Ha sido mi compañero de viaje durante 7 años, que cumplirá este 13 de diciembre, y para nada se me pasa por la cabeza serle infiel después de permitir que me asomara a la red y volcara en ella todas mis expectativas, mis ilusiones, mis momentos, todos ellos. No sería justo, ¿verdad?
Él seguirá ahí, bebiendo del anonimato que le ha dado tanta vida, aprendiendo de comentaristas que desinteresadamente han seguido su tenue estela, volcando formas de expresión imposibles en otra plataforma… Ésa es la grandeza de Internet, de ese espacio libre, generoso y brutalmente abrumador y, a la vez, cálido con los desconocidos.
Pero, después de un tiempo dándole vueltas, no me queda otra. Entiendo que su alter ego tiene que ver la luz ya. Mi blog lo comprende. Como entendió en su momento que me pusiera a escribir otros blogs profesionales… aunque, claro, ahora la historia es distinta, porque aquí vuelvo a ser yo misma. Pero me anima y me empuja a hacerlo. Sabe que quiero postear temas actuales, inquietudes profesionales, pinceladas personales… y desde él es imposible. Sería como volver a revivir instantes pasados, aquellos que se confabularon al unísono y dieron lugar a su nacimiento. No tendría ningún sentido.
Así que, a pesar de que no quiero hacerle daño, me lanzo a este nuevo blog que espero disfrutar muchísimo y, si de alguna forma consigo llegar a alguien, la satisfacción será completa. No esperéis demasiado de él, solo soy yo: una persona que ama la comunicación en todas sus formas y que sigue aprendiendo día a día de todo lo que le rodea. Y aportando, cuando es posible, «cosas mías».
Porque yo una vez tuve un blog, y ahora escribo la primera página de uno nuevo. Con nombre propio. Y justamente en un día como hoy… Pues sí, es el mejor día. Soy feliz.
Gracias… :)
Te sigo y ahora te leo por aquí, ánimo con este nuevo proyecto y que no decaiga! besos!
Muchísimas gracias, Sol! Tu nombre avala tu generosidad! Nos seguimos leyendo :)